Al Cártel Jalisco Nueva Generación le costó “20 pesos” sembrar miedo en Guanajuato, aterrorizar a la población y hacer dudar a inversionistas y turistas, mientras los guanajuatenses padecen su violencia, los combaten y mantienen en la cárcel: “No importa cuántos sean detenidos o abatidos, siempre hay un reemplazo”. La secretaria ejecutiva del Sistema de Seguridad Pública en Guanajuato, Sophia Huett, afirmó que a pesar de la violencia de los últimos días, la entidad goza de estado de derecho, las leyes son claras y se aplican. La labor de inteligencia reveló que hubo instrucción directa de afectar a Guanajuato y otra de las líneas de investigación es el porqué el CJNG eligió particularmente la cadena de Oxxo. “El porqué, para qué y quién les ordenó venir es un tema que está trabajando la Fiscalía. Pero lo que podemos hablar de manera muy preliminar es que hubo una instrucción de su organización delictiva de que lo hicieran, es decir, ‘vayan y cometan con quema, afectaciones a negocios’, y además cierto nombre de negocios, no fue un tema generalizado, esta cadena fue el objetivo; no sabemos por qué, pero la instrucción fue muy precisa. “Esta instrucción del crimen se dio además para que fueran de tipo simultáneo, se dio en el mismo momento, particularmente en el caso de Silao, Salamanca y Celaya; en el caso de León ocurrieron un poco más tarde y obviamente lo que nos permitió fue contener, atender y que no hubiera mayores afectaciones”. Huett sostuvo que las autoridades siempre han reconocido que existe una disputa criminal y que el cártel Jalisco es el grupo delictivo que más ha crecido en este sexenio en el país, pero lamentó que tras formarse en otra entidad sean los guanajuatenses lo que tengan que padecerla, combatirla y hasta mantenerla. “Lo sabemos y lo hemos dicho, hay una organización que viene de un estado vecino, que intenta tomar control de las actividades ilegales aquí, que se topa con organizaciones locales y es la razón de los homicidios; además, no importa cuánto número de ellos detengas ni cuántos sean abatidos, siempre hay un reemplazo.
“En Guanajuato las cárceles están llegando a su tope, no solamente estamos sufriendo a los delincuentes, también los estamos manteniendo con impuestos”. Narró cómo actuaron las autoridades de todos los niveles a las 8:30 de la noche al recibir la primera alerta tras los primeros incendios en Jalisco, lo que “prendió los focos y las alertas”, y les permitió frenar la quema de más establecimientos y evitar que los daños fueran mayores. “Dos factores importantes: la detención no ocurrió en Guanajuato y tampoco participaron autoridades guanajuatenses, regularmente este tipo de acciones, y lo voy a decir tal cual, es presionar a la autoridad para que un delincuente no sea aprehendido o para algún tipo de negociación. “Pero la realidad es que en Guanajuato no tenían nada qué presionar ni tampoco nada qué negociar, insisto, la detención no se había dado aquí y tampoco hubo una participación de las autoridades locales. En ese sentido son interrogantes que quedan, ¿por qué en Guanajuato se dan este tipo de eventos?” Destacó que a los sicarios les costó 20 pesos provocar el fuego en los establecimientos, pero el beneficio que obtuvieron fue superior, pues afectaron a Guanajuato en materia económica y “es imposible cuantificar el impacto”, lograron posicionar su mensaje criminal en medios nacionales e internacionales, la gente teme salir, sembraron temor en negocios y turismo. Eligieron, además, los municipios “más atractivos” y de la zona industrial más importante, lo que afecta en la “perspectiva injusta en casos como Celaya, donde la mencionan como de las más peligrosas del mundo, cuando toman cifras de manera integral, sin distinción hasta lograr esa percepción”, pues el saldo “es más mediático que material”. Pero insiste en que “la gobernabilidad se restableció de inmediato, por ejemplo, en el caso de Celaya, en 15 minutos. Guanajuato reaccionó en tiempo y suficiencia, con diferentes acciones, como el resultado fue la misma noche 11 personas detenidas. Guanajuato no les ha sido nada cómodo, ni a las organizaciones locales ni a las externas” y seguirán aplicando la ley a quienes la infrinjan. Elementos del Ejército y Fuerza Aérea interceptaron en Campeche una aeronave que trasladaba 38 paquetes con 460.5 kilogramos de cocaína procedente de Sudamérica. El operativo ocurrió el sábado y fue a través del Sistema Integral de Vigilancia Aérea de la Secretaría de la Defensa como se detectó una aeronave no identificada procedente de Sudamérica. Para la operación fueron desplegados dos aviones Embraer EMB-145 y una Fuerza de Reacción Helitransportada a bordo de 3 helicópteros UH-60 para dar seguimiento a la aeronave no identificada. La avioneta aterrizó en Miguel Hidalgo, Campeche, donde vehículos y personal civil la esperaban; sin detenidos.