Naasón Joaquín se declara culpable de abuso sexual infantil

El líder de la iglesia de la Luz del Mundo, Naasón Joaquín García, se declaró culpable de tres cargos de agresión sexual a tres menores de edad y evitó un juicio en Estados Unidos que se anticipaba escandaloso, largo y mediático.

García, de 53 años y encarcelado desde hace tres, sorprendió ayer con su declaración de culpabilidad, tres días antes del comienzo del juicio en una corte de Los Ángeles.

Sus abogados habían agotado todos los recursos para evitar que el líder religioso fuera a juicio por 19 cargos criminales que incluían violación sexual a menores, posesión de pornografía infantil y tráfico humano.

La Corte Superior de Los Ángeles tenía programada la selección del jurado para el próximo lunes para un juicio de al menos cuatro semanas.

La Fiscalía de California, por su parte, había anticipado que varias de las víctimas iban a atestiguar en el juicio y además contaba con el testimonio clave de Alondra Ocampo.

Ocampo, asistente de García, fue detenida y acusada junto con el líder religioso en 2019, pero en 2020 se declaró culpable.

En un comunicado el fiscal general de California, Rob Bonta, precisó que el acuerdo de culpabilidad aceptado por García incluye múltiples delitos graves de agresión sexual de tres menores de edad.

El llamado “Apóstol de Jesucristo” se declaró culpable de un total de tres cargos de sexo oral forzado y acto lascivo contra menores.

“Como líder de La Luz del Mundo, Naasón Joaquín García usó su poder para aprovecharse de los niños. Confió en quienes lo rodeaban para preparar a los feligreses con fines de agresión sexual”, sostuvo Rob Bonta a través de un comunicado.

Agregó que el acuerdo de hoy “nunca podrá reparar el daño, pero ayudará a proteger a las generaciones futuras”.

García cumplió el 3 de junio tres años de arresto en California. El líder fue detenido con una de sus asistentes, Susana Medina Oaxaca, tras su arribo al Aeropuerto Internacional de Los Ángeles en un avión privado.

El exfiscal de California y ahora secretario estadounidense de Salud, Xavier Becerra, se convirtió en una de las figuras más criticadas por los miembros de la iglesia por impulsar la investigación.