Gobierno de Sheinbaum buscará acuerdo con EU sobre arancel para jitomate

México dijo el martes que buscará dialogar con Estados Unidos para mantener un acuerdo sobre el comercio del tomate, del que su socio ha anunciado su deseo de salir, y que llevaría a la hortaliza mexicana a pagar una cuota de entrada de casi el 21% a partir de mediados de julio.

El Departamento de Comercio de Estados Unidos anunció el lunes que terminará con el acuerdo de suspensión de 1996, renovado por última vez en 2019, que regula las exportaciones mexicanas de tomate a ese país argumentando que eso permitirá a los productores estadounidenses competir de forma justa.

La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, argumentó que el tomate mexicano «no es sustituible por ningún otro en todo el mundo» en el mercado de Estados Unidos ni por cantidad ni por calidad.

«Este proceso se ha hecho muchas veces y siempre ha ganado México», agregó Sheinbaum sobre las revisiones del acuerdo de suspensión del tomate y destacó que sin ese pacto los consumidores estadounidenses tendrían que pagar tomates más caros.

El secretario de Agricultura mexicano, Julio Berdegué, dijo que el 90% de los tomates que México exporta van a Estados Unidos.

Según cifras oficiales, México vendió al exterior 3,339 millones de dólares de tomates el año pasado. Tan solo en los primeros dos meses del 2025, el país exportó 631.3 millones de dólares de la hortaliza, que casi en su totalidad fueron al mercado estadounidense.

«Se abre un período de 90 días, se va a conversar con Estados Unidos, buscamos que se renueve este acuerdo», dijo Berdegué sobre el plazo en el que entrarían en vigor los aranceles.

«Ya lo hicieron en el 2019, igualito que ahorita», añadió. «México se defendió de sus argumentos y se llegó al acuerdo que estaba vigente hasta ahorita», subrayó.

México y Estados Unidos tienen otro acuerdo de suspensión, en este caso sobre el comercio de azúcar, que firmaron a finales del 2014 y que acabó con la libre entrada del edulcorante mexicano al mercado estadounidense, amparada en el extinto acuerdo comercial TLCAN, sustituido por el actual TMEC.

Con ese acuerdo, México solo puede enviar azúcar a Estados Unidos bajo un sistema de cuotas que se revisan varias veces durante el ciclo azucarero y tienes especificaciones de calidad e, incluso, de formas de ser enviadas para abastecer en su mayoría a las refinerías estadounidenses.

Aunque México no fue incluido entre las naciones a las que el presidente Donald Trump concedió una pausa arancelaria de 90 días la semana pasada, sigue negociando la rebaja en gravámenes por parte de Estados Unidos para sectores como el automotriz y del acero y el aluminio.

Sheinbaum y Berdegué advirtieron que hay dos procesos de investigación antidumping entre ambos países detenidos mediante acuerdos como el alcanzado con el tomate que podrían ser activados sobre dos productos estadounidenses: el pollo y el cerdo.

«México siempre tiene esa posibilidad de aplicar esa sanción en caso del pollo o del cerdo en este procedimiento que se está llevando», dijo la presidenta.