Un juez del Reino Unido dictaminó el viernes que el príncipe Harry fue víctima de piratería telefónica por parte del grupo editorial del tabloide Daily Mirror, en su primera victoria significativa en la guerra que mantiene contra la prensa sensacionalista.
Un juez del Tribunal Superior de Londres acusó al Mirror Group Newspapers (MGN) de haber accedido de forma ilegal a la mensajería del príncipe, por lo que deberá indemnizarle con 140 mil 600 libras (178 mil 500 dólares) por daños y perjuicios.
El magistrado estimó que 15 de los 33 artículos presentados como prueba, publicados entre 1996 y 2009, fueron el resultado de piratería en su sistema de mensajería por parte de la editorial, que publica también Sunday Mirror y Sunday People.
El príncipe Harry celebró, por medio de su abogado, la condena y prometió seguir defendiéndose ante los tribunales contra la prensa.
«La sentencia dictada hoy me reivindica y me da confianza», declaró, en nombre del duque de Sussex, su abogado David Sherborne, en un comunicado muy virulento contra las prácticas de la prensa hacia el miembro de la familia real.
El príncipe, hijo menor del rey Carlos III, que está envuelto en varios procesos contra los tabloides británicos, terminó el texto avisando que no cejará en su empeño.
«La misión continúa», dijo, en el comunicado, el príncipe de 39 años, que se ha trasladado a vivir a Estados Unidos con su esposa Meghan y sus dos hijos, tras distanciarse de su familia.
El magistrado Timothy Fancourt entendió en su juicio de los hechos que el teléfono móvil del príncipe había sido ‘hackeado’, aunque «en una extensión modesta».
«Considero que su teléfono (del príncipe) sólo fue pirateado en una extensión modesta, y que probablemente fue controlado cuidadosamente por ciertas personas en cada periódico», dijo Fancourt.
El juez concluyó que los periódicos llevaron a cabo escuchas telefónicas «extensas» de celebridades entre 2006 y 2011, incluso cuando estaba en curso una investigación pública sobre la conducta de la prensa británica.
Tras el fallo del Tribunal Superior de Londres, el grupo editorial reconoció en parte su culpabilidad en los hechos.
«Cuando se producen irregularidades históricas, pedimos disculpas sin reservas, asumimos toda la responsabilidad y pagamos una compensación adecuada», escribió el grupo editorial condenado.
Aunque MGN negó haber interceptado mensajes de voz y también argumentó que el príncipe presentó algunas reclamaciones demasiado tarde.
El magistrado destacó en su juicio la «tendencia» del príncipe Enrique a pensar que «todo lo que se publicaba era producto de mensajes de voz ‘hackeados'» porque esta práctica «prevalecía dentro del Grupo Mirror en aquel momento».
Pero esta práctica «no era la única herramienta periodística en ese momento», por lo que rechazó las acusaciones del príncipe en los otros 18 artículos presentados.
Durante el juicio, el príncipe prestó declaración durante ocho horas, repartidas en dos días de audiencia, el pasado mes de junio.
Se trataba de la primera aparición de un miembro de la familia real en un tribunal desde Eduardo VII en 1891, antes de ser rey, en un juicio por difamación.
Esta sentencia le da la razón en una de las varias causas iniciadas contra los tabloides, cuatro días después de haber perdido otra.
El pasado lunes, el príncipe Enrique fue condenado a pagar 48 mil 447 libras (60 mil 780 dólares) a la editorial del diario Mail on Sunday tras perder uno de los casos en un proceso por difamación contra el tabloide.
El príncipe ha prometido hacer de la reforma de los medios británicos la misión de su vida.
En este sentido, ha iniciado una batalla legal contra varios medios sensacionalistas, a los que responsabiliza de la muerte de su madre Diana en 1997, en un accidente de coche en París, cuando era perseguida por los paparazis.
Enrique también acusa a los tabloides de tratar a su esposa Meghan Markle de la misma manera.