Al menos ocho personas han muerto y diez resultaron heridas tras un tiroteo en el pueblo de Dubona, en la región de Mladenovac, al sur de Belgrado, mientras que las autoridades aún no han detenido al presunto autor, según informan los medios del país.
Un hombre de 21 años sería el presunto autor de un tiroteo que se inició después de una discusión con un agente de policía. Según informa el diario Vecherne Novosti, tras la reyerta el joven fue a su casa a por un rifle automático y disparó contra varias personas.
Entre los fallecidos estaría el agente de la Policía con el que discutió y su hermana. Los servicios de emergencia están atendiendo a los heridos, por lo menos 13. Según recoge el diario Blic, entre ellos hay un joven de 15 años.
Las autoridades han cortado las carreteras de acceso al pueblo y, según el citado diario, han localizado al presunto asesino, aunque aún no se habría producido el arresto. Hay desplegado también al menos un helicóptero que sobrevuela la zona, y se están realizando operaciones policiales en el municipio cercano de Sepsin.
Una gran cantidad de estudiantes serbios, muchos de ellos vestidos de negro y portando flores, rindieron un homenaje silencioso el jueves a sus compañeros asesinados un día antes cuando un niño de 13 años usó las pistolas de su padre para perpetrar un tiroteo en la escuela que se saldó con nueve muertos, incidente que conmocionó a todo el país y desató acciones para impulsar el control de armas de fuego.
Los estudiantes abarrotaron las calles alrededor de la escuela en el centro de Belgrado provenientes de diferentes partes de la ciudad. Poco antes, miles de personas se formaron para colocar flores, encender velas y dejar juguetes para conmemorar a los ocho niños y un guardia escolar que murieron baleados la mañana del miércoles.
Mucha gente lloraba y se abrazaba afuera de la escuela al detenerse frente a una pila de flores, pequeños osos de peluche y balones de fútbol. Un elefante de juguete gris y rosa fue colocado al lado de la cerca de la escuela junto con mensajes de lamentos, y las zapatillas de ballet de una niña colgaban de la cerca.
La nación balcánica batalla por aceptar lo sucedido. Si bien están atestados de armas de fuego que quedaron de las guerras de la década de 1990, los tiroteos masivos siguen siendo extremadamente inusuales, y este es el primero en una escuela en la historia moderna de Serbia.
La tragedia también causó un debate sobre el estado general de la nación luego de décadas de crisis y conflictos cuyas secuelas han creado un estado de inseguridad e inestabilidad permanente, al igual que profundas divisiones políticas.
El jueves, las autoridades tomaron medidas para impulsar el control de armas de fuego, y la policía instó a la población a guardar sus armas bajo llave y mantenerlas lejos del alcance de menores de edad.
La policía detalló el miércoles que el adolescente usó las pistolas de su padre para realizar un ataque que planeó durante un mes, para lo cual dibujó bocetos de las aulas e hizo listas de los niños que planeaba matar. El menor, que había visitado campos de tiro con su padre y aparentemente sabía el código de la caja fuerte, sacó de ahí dos pistolas que estaban almacenadas junto con las balas, agregó la policía.