Es una de las semillas más completas en cuanto a grasas y vitaminas, ayuda a prevenir múltiples enfermedades. Son una buena opción para incluir en comidas e infusiones. Te proporcionaremos toda la información para que puedas incluirlas de un modo sencillo a tu alimentación.
El universo de las semillas y legumbres es muy amplio. Encontramos opciones que nos aporta nutrientes, energía, vitaminas e incluso carga calórica que nuestro cuerpo necesita para su correcto funcionamiento. Hoy hablaremos sobre las semillas de amapola y sus múltiples beneficios para nuestro organismo.
Propiedades de las semillas de amapola
Estas semillas se extraen del interior de la cápsula de la amapola, del mismo lugar de donde se obtiene el opio y los alcaloides derivados del mismo como morfina, codeína. Por ello, pueden contener restos de estos alcaloides aunque nunca tiene concentraciones tan altas como para causarnos problemas. Por eso mismo, son semillas que se recomiendan evitar en caso de estar embarazada o amamantando.
Las semillas de amapola son fuente de proteínas vegetales y grasas, sobre todo insaturadas, por lo que son ideales para incluir en nuestra alimentación por su buena calidad nutricional.
Además, en ellas encontramos una gran cantidad de fibra, lo que ayuda a evitar el estreñimiento y regular el tránsito intestinal. Encontramos en ella vitamina E, potasio, calcio de origen vegetal y esteroles vegetales o fitoesteroles, que tienen propiedades hipolipemiantes en nuestro organismo.
Su aporte de ácidos grasos poli-insaturados nos protege de enfermedades cardiovasculares. Su composición reduce los niveles de triglicéridos y colesterol malo en sangre. Por su parte, los omega-9 favorecen el aumento del colesterol bueno y los omega-6 mantienen la salud arterial, favoreciendo el control de la tensión arterial.
Sumado a todo ello, son una excelente opción para aquellos que eligen el veganismo, ya que su contenido en proteínas y calcio de origen vegetal ayudan a solventar la cuota de nutrientes que necesitamos de alimentos de origen animal.
¿Cómo incluirlas en nuestra alimentación?
Las semillas de amapola normalmente se consumen crudas, aunque podemos recurrir a tostarlas o incluso hervirlas, aunque algunas de sus propiedades se pierden.
Su cocción en agua reduce el nivel de alcaloides, por lo tanto limita el efecto relajante de la morfina. En ese sentido, es una buena opción, aunque también podemos perder algunas vitaminas.
Una de las opciones más comunes de sumar diferentes semillas a nuestras comidas es incorporarlas en ensaladas, sopas, leche o té. Incluirlas en nuestro desayuno incorporándola en un omelette, un tazón de cereales, una tostada con queso o incluso agregarlas al yogurt es una buena opción.
Otra variable es combinarla con panificados como budines, pan integral, un bizcocho, acompañar el relleno de un tarta o unas berenjenas rellenas.
Cualquier duda o inquietud respecto a tus hábitos alimentarios, recuerda acudir a un profesional de la salud.