La agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA), a través de su comisionado general Philippe Lazzarini, denunció este miércoles que alrededor del 70 por ciento de la población en la Franja de Gaza se quedará durante esta jornada sin agua potable.
Ello ocurrirá si el combustible recibido este miércoles en Gaza se destina solo a los camiones de ayuda: «Toda nuestra operación está ahora al borde del colapso. Al final del día de hoy, alrededor del 70 por ciento de la población de Gaza no tendrá acceso a agua potable. Tener combustible solo para camiones ya no salvará vidas. Esperar más costará vidas».
Esta fue la reacción de Lazzarini luego de una información dada por el director de la UNRWA en Gaza, Thomas White, el cual indicaba que el combustible recibido hoy en el enclave por primera vez desde el inicio de la guerra hace más de un mes ha sido restringido por Israel y no se dirigirá para «el agua ni para los hospitales».
Ese comunicado apuntaba que “La UNRWA recibió hoy poco más de 23.000 litros de combustible para la asediada Franja de Gaza. Las autoridades israelíes han restringido el uso de este combustible únicamente para transportar la poca ayuda que llega vía Egipto».
Sin embargo, matizó que “este combustible no puede utilizarse para la respuesta humanitaria general, incluidas las instalaciones médicas y de agua o el trabajo de la UNRWA».
En un comunicado, Lazzarini señaló que «es terrible que se siga utilizando el combustible como arma de guerra. Durante las últimas cinco semanas, UNRWA ha estado suplicando para conseguir combustible en apoyo de la operación humanitaria en Gaza. Esto paraliza gravemente nuestro trabajo y la prestación de asistencia a las comunidades palestinas en Gaza».
Subrayó que «servicios clave como las plantas desalinizadoras de agua, los tratamientos de aguas residuales y los hospitales han dejado de funcionar. Disponer de combustible solo para camiones ya no salvará vidas. Esperar más tiempo costará vidas».
Por otra parte, señaló que se necesita «160.000 litros de combustible al día para las operaciones humanitarias básicas».
Desde la escalada de la guerra sionista contra la Franja de Gaza el pasado 7 de octubre por el ataque de Hamás, no había entrado ningún camión cargado con combustible, imprescindible para el funcionamiento de hospitales, panaderías y plantas de potabilización de agua, por el veto impuesto por Israel ante el temor de que pueda llegar al grupo islamista.
Ante la escasez de combustible, numerosos hospitales en el territorio palestino han tenido que suspender o reducir sus servicios sanitarios. Desde el inicio de la ofensiva y asedio israelí sobre el enclave palestino han muerto más de 11.000 personas, según los datos del Ministerio de Sanidad de Gaza.
By the end of today, around 70% of people in📍#Gaza will not have clean water.
Key services including water desalination plants, sewage treatments and hospitals have ceased to operate.
To have fuel for trucks only will not save lives anymore. Waiting longer will cost lives ⬇️ https://t.co/TIPryjrDag
— UNRWA (@UNRWA) November 15, 2023