En medio de una carrera caótica el mexicano Checo Pérez se convirtió en el ganador del Gran Premio de Singapur, al dominar de principio a fin el Circuito de Marina Bay e imponerse sobre Charles Leclerc. Sin embargo, hay una investigación pendiente de la FIA, por un procedimiento de Safety Car que el mexicano habría hecho mal.
Checo dominó desde que las luces se apagaron al tener una mejor tracción sobre el piloto de Ferrari y quedar por delante en la primera curva, lo que generó que dominara desde ese punto el destino de la carrera.
Con un Checo Pérez dominando a placer el safety car apareció en la vuelta 8 por un toque entre Nicholas Latifi y Guanyu Zhou, por lo que el mexicano perdió la ventaja obtenida en el inicio de la carrera, mientras que en la vuelta 11 la pista se despejó. Esto no cambió en nada el control que tenía el integrante del equipo austriaco sobre sus rivales.
La carrera en Singapur se convirtió en un duelo de vueltas rápidas entre Checo Pérez y Charles Leclerc y fue el primer quien dominó el primer tercio de la carrera y se separó a 2.6 segundos de Leclerc, mientras que Carlos Sainz se encontraba a casi 13 segundos del líder de carrera.
Pasando las 20 vueltas un virtual safety car apareció con el retiro de Fernando Alonso, pero las condiciones de la pista no mejoraban, a pesar de que no había rastros de agua en el asfalto.
«Las condiciones están mejorando, pero las llantas no tanto”, señalaba el mexicano a través de radio.
La presencia de agua en pista y la humedad que esta generaba impidió que los pilotos pudieran entrar a boxes para colocar compuesto medio, por lo que la carrera se volvió monótona y con pocos rebases y las únicas emociones fueron los virtual safety car que aparecieron.
La vuelta 36 fue clave con el ingreso de Checo Pérez a pits para montar el neumático amarillo y aprovechar la ventana que tenía sobre Charles Leclerc, quien entró a cambiar neumático una vuelta antes.
El safety car llegó en la misma vuelta 36, pero esto arruinó la ventaja de 7 segundos que tenía Checo Pérez sobre Charles Leclerc, quien tuvo una mala detención en boxes.
El tiempo límite alcanzó al Gran Premio de Singapur, por lo que después de 38 vueltas de 61 pactadas las pantallas mostraron un cronómetro regresivo en el que se señaló que la carrera debía terminar en 38 minutos. Con 34 minutos por finalizar la carrera se reinició la carrera con Checo Pérez dominando en el reinicio y manteniendo una ventaja de 6 décimas sobre Leclerc, pero la activación del DRS para la carrera ponía en apuros al piloto de Red Bull.
Checo y Leclerc vivieron un duelo al límite y esto llevó a Pérez a mostrar sus mejores dotes en el volante y realizar cada maniobra cual cirujano, buscando mantener su ventaja en las zonas más rápidas. El europeo llegó a colocarse hasta 4 décimas por detrás de Checo, pero el de Jalisco defendió bien su posición y mostrar sus credenciales al ser llamado “Ministro de defensa”. Esto llevó al de Ferrari a manejar al límite y sobre exigir a su bólido, lo que lo llevó a provocar algunos errores y por momentos su auto se tambaleó.
La presión sobre Checo terminó a los 16 minutos para finalizar la carrera y Checo tomó el control de carrera para ponerse a más de 2 segundos sobre su perseguidor.
Cuando todo parecía marchar a favor del mexicano se mostró una investigación sobre Checo, por presuntamente no mantener el ritmo del safety car, algo que se investigaría después de la carrera y obligaba a Pérez a ampliar su ventaja en tiempo sobre el segundo lugar.
Checo Pérez tenía que marcar una ventaja de más de cinco segundos sobre Leclerc para evitar que una posible sanción le afectara (aunque si la sanción es de 10 segundos, perderá la carrera), y este fue de menos a más, siendo en la última vuelta que sacó toda la potencia del RB18 y marcó una ventaja de 7.5 segundos sobre su adversario.
Es la segunda victoria de Pérez en la temporada, cuarta de su carrera en Fórmula 1.