Una despedida íntima, solo con familiares y amigos muy cercanos, realizan a Onésimo Cepeda, obispo emérito de Ecatepec, en la capilla Alpes del Panteón Francés en el poniente de la Ciudad de México.
Una urna de mármol blanca, resguarda las cenizas del controvertido obispo de Ecatepec, cuya peculiar forma de hablar, donde eran frecuentes las palabras altisonantes, todos recuerdan.
Con Onésimo hay “una vida de recuerdos que tengo con él, un individuo íntegro, generoso, noble, aguerrido y folclórico, como ustedes perfecto saben. Tengo los mejores recuerdos de él”, afirmó Enrique Cepeda Silva. Tan solo una docena de personas asisten al velorio “que es estrictamente familiar”, señaló el hermano del obispo emérito al que propusieron una candidatura a diputado que rechazó hace apenas un año.
“Yo jamás voy a abandonar mi ministerio porque sería tanto como vender mi progenitura por un plato de lentejas, por ser diputado es una pendejada de tres años y yo como obispo estoy designando a juzgar a los dos activos de Israel en el cielo”, dijo.
Como parte del sepelio de Onésimo Cepeda, “Van a tener 10 misas cuando menos. Las cenizas partirán hoy mismo a la Catedral de Ecatepec
para la celebración del novenario en presencia de ellas” reiteró hoy su hermano. “Hemos recibido muchos pésames, pero pedimos llevar nuestro duelo en privacidad”.
En la despedida pública “va haber un novenario todos los días a la seis de la tarde en la Catedral de Ecatepec, como lo dio a conocer el Obispo, para el 11 de febrero al mediodía, las cenizas se depositarán en una urna en la Catedral de la que él fue el primer obispo”, indicó Enrique Cepeda.
“Será una despedida pública, con su pueblo y con su gente de su ministerio sacerdotal y como obispo”, puntualizó el hermano del obispo.
En tanto en las capillas del panteón francés llegan coronas y arreglos con flores blancas de familiares y amigos del obispo, que rodean la urna de piedra blanca que contiene sus cenizas.